2020
Multimedia exhibition: black and white photographs 30 x 40 cm; c-print photographs mounted on Dibond, 60x80 cm; HD video, black and white, sound, 1 h 57 '; vynil info graphics; archive's videos.In collaboration with Jorge Luis Marzo and Rebecca Mutell.
The nine equestrian statues of Franco tell the tale of an image truncated in 1977, when Spain passed an Amnesty Law which is still in force. The model used for the sculptures was amnestied. Ever since then, those bronze horses have taken part in a singular obstacle course. Fantasma ‘77. Iconoclàstia espanyola explores the monumental image of Franco after the death of the model himself, and the way in which the State has dealt with this image. If we can’t call the dictator to account, should we do so to his images? Won’t they get mad?
The first equestrian statue of the dictator was installed at the entrance to Ramiro de Maeztu secondary school in Madrid, in 1942. The last was placed outside the barracks of the Spanish Legion in Melilla in September 1978, three years after Franco’s death. The first to be removed from a public place during democracy was in Valencia in 1983 by order of the City Council, and the last, in Barcelona, in 2016, also by municipal order. This long timespan might give the impression of continuity, but that would be only apparent. There were disturbances and attacks in Valencia. In Barcelona, both horse and rider were savaged. In Valencia, the iconoclastic hand that demolished the equestrian figure was the democratic government of the city, while the opposition was provided by Francoists. But in Barcelona it was the city council that placed Franco on the street once more, for a few days, in the neutral setting of an exhibition on heritage and dictatorship, and was later forced to remove the statue, which had been badly damaged as a result of anti-Francoist rage.
This is our main focus of attention. The phenomena of iconodulism (veneration of icons) and iconoclasm towards representations of Franco enable Guidi, Marzo and Mutell to study State heritage policies (through the action of governments, parliaments and courts) with regard to the legacy of the Francoist public iconography under the new parliamentary monarchy. It is in this sense that we use the term “official”: we are especially interested in policies implemented or promoted administratively. These phenomena also enable us to explore the role of images in the constitution of historical memory and its political function: are the images historical memory? And if so, what are the implications?
How do they build memory? And, no less important, they help to confirm a kind of pattern in the way in which they are managed: their “phantomisation”, the conversion of surviving images of Francoism into hypocritical spectra.
Fantasma ´77. Iconoclàstia espanyola is a project conceived by Matteo Guidi, Jorge Luis Marzo and Rebecca Mutell, with archival videos documents, photographs from photojournalists José Aleixandre and Manuel Molines, info-graphic and authors art pieces.
Exhibited at
- Fantasma ´77. Iconoclàstia espanyola, Centre d'Art Tecla Sala, L´Hospitalet de Llobregat (E), Feb 20—Apr 12, 2020- Fantasma ´77. Iconoclàstia espanyola, CCCC - Centre del Carme Cultura Contemporánia, Valencia (E), Jul 1—Ago 30, 2020- Fantasma ´77. Iconoclàstia espanyola, Casal Solleric, Palma (Balearic Islands – E), Oct 22—Dec 23, 2020- Fantasma ´77. Iconoclàstia espanyola, Roca Umbert Fabrica de les arts, Granollers (E), Apr 22—Jun 27, 2021
Las nueve estatuas ecuestres de Franco son la historia de una imagen truncada en 1977, cuando se promulgó la Ley de Amnistía, aún vigente. El modelo de las esculturas quedaba amnistiado. Desde aquel entonces esos caballos de bronce han tomado parte en una singular carrera de obstáculos. «FANTASMA ’77» explora la imagen monumental de Franco después de la muerte del modelo y la forma en que el Estado ha bregado con ella. Si no podemos pedir cuentas al dictador, ¿cabe pedírselas a sus imágenes? ¿No se encabritarán?
La primera estatua ecuestre del dictador se emplazó delante de la entrada del Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, en 1942. La última, en Melilla, en el cuartel de la Legión, en septiembre de 1978, tres años después de su muerte. La primera que fue retirada de una plaza pública en democracia es la de Valencia, en 1983, por orden del Ayuntamiento, y la última, la de Barcelona, en 2016, también por orden municipal. El extenso arco temporal podría dar la sensación de continuidad, pero es tan solo aparente. En Valencia, se produjeron fuertes disturbios y agresiones. En Barcelona, hubo ensañamiento sobre equino y jinete. En Valencia, fue el gobierno democrático de la ciudad la mano iconoclasta que demolió la figura ecuestre, y franquistas quienes protagonizaron la oposición. Por contra, en Barcelona, fue el consistorio quien repuso a Franco en la calle —por unos días, de forma neutra, en el contexto de una exposición sobre patrimonio y dictadura—, y tuvo que retirarlo destrozado por las iras antifranquistas.
Este es nuestro foco de atención. Los fenómenos de la iconodulia (veneración) y la iconoclastia hacia las representaciones de Franco permiten estudiar las políticas patrimoniales del Estado (mediante la acción de gobiernos, parlamentos y tribunales) respecto a la herencia de la iconografía pública franquista en la nueva monarquía parlamentaria. En este sentido, usamos el término oficial: nos interesan especialmente las políticas llevadas a cabo o promovidas administrativamente, las cuales, además, favorecen una exploración del papel de las imágenes en la constitución de la memoria histórica y de su función política: ¿son las imágenes la memoria histórica? Y, de ser así, ¿qué implicaciones tiene esto? ¿Cómo la construyen? Además, no menos relevante, estos fenómenos contribuyen a confirmar una especie de patrón en la forma en que se gestionan: la fantasmización, la conversión de las imágenes supervivientes del franquismo en «espectros hipócritas».
Fantasma ´77. Iconoclàstia espanyola es un proyecto concebido por Matteo Guidi, Jorge Luis Marzo y Rebecca Mutell, con documentos vídeo, fotografías de los fotoreporteros José Aleixandre y Manuel Molines, infográfias y obras de los mismo autores.