2016
Audio-video installation, 7 min 35 sec, colour.
The Spanish penal system forbids prison inmates from cooking in their cells, unlike other countries, including Italy, where these spaces are equipped with ‘small kitchens’ in which meals can be prepared. Though this may seem trivial, for incarcerated people, cooking is a way to connect to the day-to-day life they had before entering prison. Mechanisms of confinement are accentuated in these restrictions, which strip people of autonomy and empowerment.
Retomar sonidos [Taking Back Sounds] is an audio piece resulting from a series of encounters at Brians Prison, which brought together twelve incarcerated women. The proposal enabled the participants to express themselves through cooking, despite not having access to kitchen utensils. In an imitation of the Foley sound effect techniques employed in cinema, objects found in the prison were used to reproduce sounds that evoke specific moments in the kitchen. The participants thus created sounds that had been missing from their reality for years: a bottle being uncorked, an egg being beaten, potatoes being fried. Taking Back Sounds is part of the wider project Cooking in Maximum Security, which moves between the spheres of anthropology and art.
The project, which started in Italy and has been developed in various prisons, aims to examine a complex context that serves as a metaphor for reflection on the state’s power relations and hierarchies.
2018 Amposta Biennal first prize
Exhibited at
- La capacità di muoversi è una delle caratteristiche fondamentali degli esseri viventi, ATTITUDES_spazio alle arti, Bologna (I), Jan 21—Mar 6, 2022; curated by Viviana Gravano- 15th Amposta Biennal, Amposta (E), Jun 16—Jul 29, 2018- Ok. Pangan Indonesia Media Arts Festival, RURU Gallery, Jakarta, Jul 22—Aug 16, 2017; curated by Renan Laruan- Lo que no se dura se pudre, Por estos días, Medellín (CO), Aug 2016- Bricer la glace, MAGASIN Grenoble Contemporary Art Centre (F), May 29—Sep 04, 2016; curated by Chen Ben Chetrit, Laura Caraballo, Eleonora Castagna, Chloé Curci, Giulia Pagnetti et Armance Rougiron- Cooking in Maximum Security, FoodCultura Boqueria Market, Barcelona, Feb 19—Mar 16, 2016
English translation carried out with the support of the Institut Ramon Llull
El sistema penal español prohibe a las reclusas cocinar en las celdas a diferencia de otros paises, como Italia, donde si se puede y adonde las celdas están provistas de “pequeñas cocinas”. Este hecho, puede parecer baladí pero para los presos cocinar significa conectarse con la cotidianidad de la vida que tenían antes de entrar en la prisión. Los mecanismos de reclusión se acentúan en estas restricciones que despojan a las personas de autonomía y empoderamiento.
Retomar sonidos es una pieza sonora resultado de un ciclo de encuentros impartidos en el centro penitenciario Brians en el que se reunió a doce reclusas. La propuesta permitió que las participantes pudiesen expresarse a través de la cocina a pesar de estar desprovistas de los utensilios propios de las cocinas. Siguiendo técnicas utilizadas para crear efectos de sonido Foley – utilizados en el cine –, se utilizaron objetos que se pueden encontrar en el centro y mediante éstos, se recrearon sonidos que evocan momentos en la cocina. Así, el sonido al descorchar una botella, al batir un huevo o freir patatas, resonaron de nuevo tras desaparecier por años de su realidad. Retomar Sonidos forma parte de un proyecto más amplio llamado Cooking in Maximum Security que transita entre la antropología y el arte.
Empezado en Italia y desarrollado en diferentes centros penitenciarios, busca acercarse a un contexto complejo que sirve de metáfora para reflexionar cuáles son las relaciones de poder y las jerarquías del estado.
Obra ganadora de la Bienal de Amposta del 2018